Espacio Vectorial Instalación en Quimera Galería 2021

Sobre el trabajo de Juan Sebastian Bruno.


El poeta de la línea

11 de marzo, son las 7 de la tarde, estoy sentado junto a Juan Sebastián Bruno mirando su instalación en el patio de Quimera, se titula: espacio vectorial. Aspiro una última bocanada de mi cigarrillo y entra en escena Bruzzone con su celular en alto, haciendo registro de lo que ve. Saluda e interpela a Bruno que explica pausadamente cómo ocupar un espacio.

Y luego me pregunta, y como algunos saben, no soy de muchas palabras, así que rápidamente y con la mayor síntesis posible evitando cualquier repregunta, me sale del alma, Bruno es un poeta de la línea.

Con eso me quedo pensando, e imagino a un poeta dadaísta que construye y deconstruye textos y palabras que no son tales, porque son líneas y formas geométricas, como un alfabeto abstracto aparentemente sin sentido que nada en una hoja de papel sin miedo a caerse. Hablan de revolución, una revolución social e industrial en un universo de poesía donde subyace el equilibrio eterno. Pienso en el sustento frágil que lo ata todo y desafía algunas premisas de la física, una ilusoria magia que sostiene el peso de lo insostenible.

En el patio, veo tres caños de hierro pintados, azul, verde, negro, en una composición cuyas puntas apoyan sobre el piso, la pared y las opuestas permanecen suspendidas formando una figura que parece auto sostenerse. Equilibrio es el estado de un cuerpo cuando la suma de todas las fuerzas que actúan en él se contrarrestan. Decimos que algo está en equilibrio cuando, a pesar de tener poca base de sustentación, se mantiene de pie sin caerse. El trabajo de Bruno tiene todo eso en todo momento, pero también habla de nuevos órdenes, en el papel sus construcciones también desafían pre conceptos compositivos, como objetos inanimados que se verifican a distancia como cuando se ven estrellas en las constelaciones, y no se comprende qué tan cerca o lejos están unas de otras. Bruno grafica un espacio invento, de profundidad y tiempo y lo lleva del plano del papel, al espacio habitable como una captura de esa constelación en 
quedo entonces con esta idea poco científica entre geometría y magia y que hace de su trabajo algo particular.

Andrés Sobrino, 2021